FELIPE CIPRIÁN
Nadie merece más respeto en este país que los familiares de los luchadores anti-trujillistas por todo el sacrificio que hicieron sus ascendientes para terminar con la opresión. Por eso no se puede excusar a quienes recurren a citar el ejemplo de la “Era de Trujillo” para hacer una comparación que demuestre que las cosas se pueden hacer correctamente desde el Estado o se corre el riesgo de severas sanciones.
Por decencia, tampoco se puede citar el ejemplo de un tribunal municipal de Pekín que llevó a juicio a Zheng Xiaovu, aquel director de la Administración Estatal de Alimentos y Medicinas (SFDA) de China que “faltó a su deber” al comercializar dietileneglycol para la preparación de medicamentos y pasta dental que provocaron la muerte a más de 100 personas en Panamá el año pasado.
En la lógica de Trujillo –y tal vez de los tribunales chinos- incumplir de manera tan olímpica con el deber para el que una persona ha sido designada en una posición pública equivale casi a una conspiración contra esos poderes.
Entonces, ¿qué podemos pensar los que durante casi un mes no recibimos agua en Santo Domingo Este, mientras a escasos metros de las casas una válvula deja escapar millones de galones de agua tratada cada día, un periódico lo publica con todo detalle y el Acueducto no hace nada, pero nadie en el gobierno se da por enterado? ¿Será una conspiración? Si no lo es –y honestamente creo que no lo es- entonces estamos en presencia de la más despiadada irresponsabilidad por parte del personal que tiene a su cargo dar mantenimiento y seguridad a las redes del Acueducto. Esas personas deben aprender a cumplir con su deber como lo hacen las brigadas encargadas de cortar el “servicio” cuando hay atrasos en el pago.
Como en este país incumplir el deber ya no se paga con la caída en desgracia, pasando por el “foro público”, la destitución y …¿quién sabe qué más?, la impunidad lo absuelve todo y nada pasa, salvo la ingratitud que se gana quien lo denuncia. Y después nos ponemos a teorizar cuando nos dicen que este es un Estado fallido.
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