viernes, 17 de agosto de 2012

Albores del ataque a Irán



La concentración de tropas y maquinaria bélica norteamericana en el golfo pérsico y la ofensiva política y militar sobre Siria indican con toda claridad que se acerca la hora del anunciado ataque de Estados Unidos contra Irán.
Si es verdad o falso que Irán esté empeñado en construir armas nucleares no es lo que importa ahora porque Estados Unidos, que las usó en Japón contra dos grandes ciudades, e Israel, las tienen y son las dos potencias que han probado a lo largo de la historia que utilizan sus armas para atacar a otros territorios.
Lo que sí tiene valor hoy es saber que el mundo está al borde de una guerra que promete ser devastadora por el teatro de operaciones, la gran cantidad de armas desplegadas y las potencias involucradas.
No hay que ser un experto para darse cuenta de que todo el esfuerzo que hace Estados Unidos y parte de Europa por destronar al gobierno sirio y convertir ese estratégico punto de Oriente Próximo en una plataforma desarmada que no pueda atacar a Israel, es una condición que la OTAN quiere completar para poder golpear a Irán, el verdadero objetivo en la campaña que se desarrolla en Siria.
El atentado perpetrado este miércoles 18 de julio de 2012 contra el alto mando de las fuerzas armadas y la seguridad de Siria en Damasco, tan anunciado de antemano como la “liberación de Damasco”, es elocuente en demostrar que no es obra del endeble Ejército Libre de Siria que nunca ha podido retener una posición en el terreno, sino que se trata de uno o más cuerpos de inteligencia extranjeros que tienen marcado interés en liquidar el régimen sirio para atacar con mayor ventaja el territorio iraní.
Solo horas después de esta acción ¿de guerra o terrorista? el presidente Obama impuso nuevas sanciones a altos dignatarios de las finanzas sirias y a seguidas David Cohen, vocero del Tesoro de Estados Unidos, declaró: "Las acciones de hoy reflejan el compromiso inquebrantable de Estados Unidos para presionar al régimen de Assad hasta que ponga fin a la carnicería y abandone el poder. Mientras Assad se mantenga en el poder, el derramamiento de sangre y la inestabilidad no harán más que aumentar en Siria".
Es natural que terroristas que tengan un apoyo tan explícito de la primera potencia económica y militar del mundo no harán otra cosa que seguir asesinando sin parar.
La oposición armada siria ha demostrado una extraordinaria capacidad para aprobar atentados criminales contra su propio país, no así disponer de fuerza para luchar contra el ejército regular que sostiene el gobierno de Bashar al-Assad.
La posibilidad de que la oposición armada siria pueda derrocar el régimen es tan baja como creciente es la voluntad de Estados Unidos y Europa en buscar condenas en Naciones Unidas y dotar de información de inteligencia y armas a sus representantes en el conflicto. Eso prueba que liquidar al actual gobierno sirio es solo una plataforma para garantizar un mejor desempeño en la empresa bélica verdadera: atacar a Irán.
Si Siria hoy no es un campo chamuscado por las bombas de la OTAN se debe a que, de un lado, Rusia y China han mantenido una posición inflexible para que solo por la vía diplomática se concrete la paz, descartando el “libreto libio” de los bombardeos indiscriminados que inexplicablemente “salvan la vida de la población que reprime el régimen”, y de otro lado, las fuerzas armadas sirias no han colapsado y están dispuestas a enfrentarse con los aviones extranjeros con amplias posibilidades de provocarles daños.
Creo que las últimas acciones de las fuerzas que quieren doblegar a Irán tratan de completar aceleradamente los preparativos para atacarla y solo un fracaso estrepitoso en Siria lo retrasaría.
Naturalmente, un ataque a Irán mientras se mantenga Bashar al-Assad en el poder en Siria no es tan factible, pero si se ven señales de debilitamiento, el golpe puede desencadenarse en cualquier momento.
¿Cuál sería el desenlace de un ataque a Irán?
La lógica indica que los norteamericanos junto a los israelíes deben derrotar a los iraníes pues sus fuerzas políticas, económicas, diplomáticas, propagandísticas y sobre todo militares, son incomparablemente superiores.
Lo que faltaría por ver es cuál es el costo que pagarán Estados Unidos e Israel enfrentado a un país que no va a improvisar una guerra en su propio territorio y que tiene a su disposición decenas de miles de misiles en manos de Hezbolá en Líbano, al lado del territorio israelí; las fuerzas de Muqtada al-Sadr y su Ejército Al Mahdi en Irak y la fuerzas irregulares y convencionales del propio Irán en su amplia geografía y mares adyacentes donde ya luchó una cruenta guerra entre 1980-1988 con indiscutible éxito.
Pelear guerras por petróleo en países musulmanes a los que se les quiere convertir en naciones democráticas nunca será difícil para Estados Unidos. Ganarlas realmente es tan discutible como el cuadro que hoy prevalece en Afganistán, once años después de que comenzaran a llegar al distante Cementerio Nacional de Arlington, en Washington, DC, los primeros ataúdes con los cuerpos de jóvenes soldados… y nadie sabe cuándo llegará el último desde ese frente.

1 comentario:

JMC dijo...

TREMENDO ARTICULO. MUY BIEN INFORMADO ESTAS Y UN PUNTO DE VISTA MUY REAL Y OBJETIVO.
ESA ES LA REALIDAD DEL IMPERIO O DE LOS IMPERIOS DEL MUNDO. CONTROLARLO TODO, AUNQUE PARA ELLO TENGAN QUE ARRAZAR CON LA HUMANIDAD

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