Felipe Ciprian
A las 2:04 de la tarde del pasado lunes, el Banco Mundial distribuyó un comunicado oficial, fechado en Washington, con declaraciones de su presidente, Robert B. Zoellick, en el que se afirma con toda claridad que “la desaceleración del crecimiento y el deterioro de las condiciones financieras, junto con la restricción monetaria, ocasionarán quiebras de empresas y, posiblemente, emergencias bancarias. Algunos países entrarán en crisis de balanza de pagos. Como suele suceder, los más pobres son los más indefensos”.
En LISTÍN DIARIO, naturalmente, consideramos que se trataba de una declaración importante, salida de una fuente inconfundiblemente autorizada y que los dominicanos -funcionarios, empresarios y lectores en general- debían conocer su contenido. Por esa razón la reseñamos como noticia principal.
Grande fue mi sorpresa el martes cuando revisando los diarios nacionales ningún otro periódico lo publicó, con la sola excepción de El Caribe, que colocó cinco párrafos en la página 21, pero sin tocar el fondo de la información. Quizá el despliegue que le dio LISTÍN DIARIO en la mañana motivó a El Nacional a publicar su editorial principal sobre el tema en horas de la tarde de ese mismo día.
Las preguntas caían por motón. ¿Quién censuró a Zoellick? ¿Fue una casualidad que la mayoría de los medios no publicara una palabra de lo que dijo el presidente del Banco Mundial? Si Zoellick hubiese anunciado que la economía de Centroamérica y el Caribe no sufrirá daños por la inminente recesión en Estados UnidosÖ ¿se hubiesen ignorado sus declaraciones?
En República Dominicana debe haber un mago que se ocupa de obnubilar a gran cantidad de periodistas y ejecutivos de medios cuando los temas son “desagradables”, el mismo hombre que los logra espabilar cuando las noticias son “convenientes”.
Pero como la realidad es tan tozuda, la misma noticia, con igual o mayor contundencia, la dieron el martes dos ejecutivos de la UNCTAD, nada más y nada menos que en la sede de la Secretaría de Economía, Planificación y Desarrollo, mediante videoconferencia. Todos los medios destacaron este miércoles la noticia. Esta vez el mago no tuvo posibilidad de mostrar sus destrezas o la casualidad estuvo de parte de los lectores, que tuvieron mayor acceso a una información de interés, porque puede afectar su futuro. Perdone, señor Zoellick, si se sintió censurado.
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