Por Guido Ciprián
Muchos toleteros y excelentes lanzadores han dejado sus huellas a través de los años en el exigente mundo del béisbol de las Grandes Ligas. Figuras tales como; Babe Ruth, Roberto Clemente, Willie Mays, entre los tantos buenos bateadores, y Sandy koufak, Juan Marichal, entre otros monticulistas, por mencionar algunos, pero que al igual que las demás grandes estrellas que han desfilado por este deporte tienen muchas cosas en común y una de estas es que todos han tenido su momento cumbre en algún periodo en específico. Saco esto a colación por la transformación del juego en esta última década, la cual ha sido considerada de diferentes maneras, pero en casi todas las consideraciones se resalta el bateo, y más específicamente el poder. Recordamos la gran lucha jonronera entre Sammy Sosa y Mark MacGwire, el cambio drástico de Barry Bonds de un jonronero promedio al súper jonronero; en fin, esta es la década donde todos los récord de poder han sido modificados o amenazados enormemente. Pero en esta misma década, donde además de que se habló de la bola viva (que puede correr más), y donde el pan nuestro de cada día son las famosas sustancias prohibidas (esteroides), que hasta el 2004 no lo eran, son muchos los lanzadores que han registrado buenas temporadas. Pero en una proporción de los últimos diez años los más destacados han sido Rogers Clemens y Pedro Martínez. En la reciente investigación hecha por las Grandes Ligas sobre el uso de esteroides casi 90 peloteros han sido mencionados como poseedores, consumidores o solicitantes de éstos, entre estos nombres se encontró el de Clemens y ni por sospecha se nombra a Pedro. No hay que ser un genio para darse cuenta que Pedro ha sido un fenómeno porque sus números así lo demuestran, pero hay que destacar que la grandeza de Pedro ha sido en una década que los batazos están a la orden del día. Poniéndose el uniforme de los mejores de todos los tiempos, igualando y en ocasiones superando hazañas que en solo 15 años de carrera y en una época en donde la trampa es usada entre sus competidores a un punto tan demostrable, no cabe la menor duda de que este dominicano especial y ejemplar ha dejado boquiabiertos a sus detractores y hasta a sus mismos compañeros. ¿Qué tan grande ha sido Pedro Martínez? Atrévase a sacar su propia conclusión.
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